Vídeo
En la era digital, el mundo del vídeo y la fotografía se fusionaron en un espectáculo visual. Las cámaras capturaban imágenes estáticas y en movimiento, convirtiendo momentos fugaces en recuerdos eternos. La magia de la fotografía se combinaba con la narrativa del video, creando historias cautivadoras en cada fotograma. La tecnología permitía explorar nuevas formas de expresión artística, fusionando el poder evocador de la imagen estática con la emotividad del movimiento. En cada clic y cada grabación, el pasado se convertía en presente y el presente en eternidad, permitiendo que las emociones y las experiencias fueran compartidas y revividas una y otra vez.
